miércoles, 19 de abril de 2023

La Gran Mentira: La Base de Manta

La Gran Mentira



por Germánico Vaca

Desde hace muchos años se viene perpetrando una gran mentira de parte de todos los bandos acerca de la Base de Manta. Hoy he visto que cantidad de gente tanto en twitter, como en facebook están nuevamente promoviendo la gran mentira como solución a la actual crisis de Ecuador. Aquí trataré de explicar con claras evidencias que todos están mintiendo.

Rafael Correa jamás fue quien cerró la base de Manta, simplemente que su campaña entera se pasó vociferando que la cerraría, así cuando fue notificado que el Comando Sur había decidido cerrarla de todas maneras, Correa clamó victoria. Pero no fue así. El Plan Colombia firmado entre Bill Clinton y la administración de Pastrana sentaron las bases para crear un Plan Colombia donde las estrategias y guerra frontal contra el narcotráfico y las guerrillas en territorio colombiano requerían por fuerza crear bases militares norteamericanas en Colombia y por tanto jamás podían utilizar la base de Manta para dichas misiones, ya que esto podría llevar a un confilcto armado entre las dos naciones. Por tanto el ejército norteamericano ya no necesitaba la base de Manta. Entiendan esto. Jamás hubo ni una sola propuesta, pedido o plan de financiar la base de Manta luego de concluido el acuerdo. No existe documento alguno, ni una sola petición al congreso, ni en el pentágono para financiar ninguna continuidad de la base de Manta. Para evitar decir la verdad todas las partes se mantienen calladas y nadie se molesta en ver la verdad. Ahora les pongo todos los ingredientes de este pestilente plato en la historia de Sur América.

Ecuador necesita por ahora sobrevivir un gobierno democrático legitimamente elegido. Porque hasta el más inepto de los corruptos asambleistas deberían entender que están sirviendo lo intereses del narcotrafico organizado internacionalmente. Pero eso es lo que vivió Colombia a inicios del siglo. Esperemos que el ejercito ecuatoriano tome nota de los puntos que expongo abajo y no sería mala idea que el presidente Guillermo Lasso publique la carta que le notificó el comando Sur al fantoche mamarracho de Correa. 

Si bien hoy nos pueden decir que el turismo y la inversión internacional aumentaron a medida que las inversiones de capital de todo el mundo vieron a Colombia como un lugar estable y viable para invertir. El apoyo y la cooperación internacionales aumentaron a medida que otras naciones vieron la legitimidad del gobierno colombiano tomando el control de su propio estado-nación soberano. Lo que es más importante, el Gobierno de Colombia salió de la guerra como totalmente legítimo a los ojos de su población y del mundo. El plan fue liderado por Colombia, utilizando sus propios recursos y un enorme incremento en los impuestos, lo que es más importante, respaldado por su propia voluntad política, algo que no existe en estos momentos en Ecuador. El crecimiento militar y policial, la profesionalización y las capacidades fueron clave en operaciones especiales, movilidad, inteligencia e ingeniería aumentaron exponencialmente. Y el costo para estados Unidos fue de millones de millones. Mientras muchos soldados, policías y ciudadanos colombianos dieron su vida en este conflicto.

Pero empecemos por partes. Cuando Rafael Correa, un muy bien adiestrado y entrenado marioneta de la élite mundial aka socialismo internacional, para llevar a cabo el Proyecto Camelot hace su aparición en la política ecuatoriana mostrando como credenciales tres meses de servicio como ministro de economía y la CIA le promueve como la salvación para Ecuador. El plan Colombia estaba en marcha a todo viento en popa. Pero para que funcione el circo Correa tenía que clamar ser enemigo precisamente de los norteamericanos. Así Correa clamó en su campaña que no renovaría la base de Manta. Pero como veremos más adelante esto estaba siendo ya presupuestado y aprobado en el Congreso de Estados Unidos que ya había aprobado millones de millones para la construcción de bases militares en Colombia y por tanto sabían perfectamente que iban a cerrar la base de Manta.

“No puede haber una política de seguridad sostenida si no hay plena soberanía en todos los niveles. La posición pública del gobierno es no renovar el acuerdo de la base de Manta”. Miguel Carvajal, Ministerio de Defensa, Ecuador 5 de marzo de 2007

Desde su elección en octubre de 2006, Rafael Correa, proclamaba que su gobierno no renovaría un acuerdo bilateral de 1999 con los Estados Unidos que le permitía llevar a cabo operaciones en la base de Manta y en la costa de Ecuador. La clara posición de Correa contra la renovación del acuerdo de Manta servía un triple propósito. Por un lado le ganaba la confianza de los narco delincuentes colombianos y las guerrillas que financiaron su campaña. Por el otro le levantaba sus credenciales como un verdadero socialista para promover el falso socialismo aka socialismo XXI. Y por el otro abría otro frente de comercio internacional para los narcos lavadores de dinero, incluyendo la CIA que la utiliza para levantar fondos para seguir usando sus negras tijeras donde pseudo patriotas nortemaericanos lo utilizan para sus juegos geopolíticos. Pero toda la comedia la vendían como el reflejo de una fuerte corriente de opinión dentro de los incautos y siempre atrasados en información ciudadanos ecuatorianos que estaban en contra de la presencia continua de una base militar estadounidense en Ecuador. Porque supuestamente dicha presencia les resta honorabilidad y santa potestad de su soberanía. El resultado de toda la patraña de Correa es la total inseguridad en el país ahora.

La cobertura de los medios daba en ese entonces la impresión de que la postura del gobierno de Correa sobre Manta se debía al surgimiento de políticas de “izquierda” en la región. De hecho, se vendía la estúpida noción que existía malestar generalizado de la población por Manta. De hecho los supuestos expertos políticos ecuatorianos que generalmente  publican lo que les da la CIA clamaban que "la gente teme" que el propósito de la FOL se ha ampliado desde la detección aérea y la interdicción de drogas ilegales para incluir el apoyo a las operaciones de contrainsurgencia dentro de Colombia. Pero mientras tanto el congreso norteamericano y el gobierno de George Bush empujaban un plan Colombia con millones de dólares para construir lo que eventualmente se convirtió en nueve bases militares en territorio colombiano. La simple verdad es que los Estados Unidos necesitaba la base de Manta menos que un tarro de repelente anti mosquitos en el Putumayo. 

Durante los diez años de existencia de la FOL de EE. UU., no hubo más que un solo arresto de narcos y tres intervenciones con su presencia y sin embargo Correa clamaba que "existe preguntas sobre los efectos en la soberanía ecuatoriana". 

Para el año 2006 el gobierno de los EE. UU. no fue frontal en sus actividades debido al Plan Colombia y la Guardia Costera de los EE. UU. estaban patrullando las aguas de la costa sur de Ecuador.  El Acuerdo de la Base de Manta firmado en 1999, era un Acuerdo de Cooperación bilateral para establecer un FOL construido por Estados Unidos en la base aérea militar ecuatoriana ubicada en la costa cerca de la ciudad de Manta. El acuerdo de Manta se desarrolló casi al mismo tiempo que se estaban construyendo otras ubicaciones de operaciones avanzadas militares de EE. UU. en Aruba, Curazao y El Salvador como resultado del cierre de la Base de la Fuerza Aérea Howard en Panamá. El acuerdo se desarrolló originalmente como una respuesta al puente aéreo: el transporte de narcóticos ilegales a través del espacio aéreo ecuatoriano. El acuerdo permitía vuelos de reconocimiento de inteligencia a lo largo de las zonas costeras de Ecuador -al norte de Colombia y, en general, el Pacífico oriental- para buscar aviones y barcos que transporten drogas. El acuerdo tenía vigencia de diez años: “Después del plazo inicial de diez (10) años, cualquiera de las Partes podía rescindir este acuerdo mediante notificación por escrito a la otra parte. Esa notificación fue entregada a Correa y  la rescisión era efectiva un año después de la fecha de dicha notificación.” Pero Correa clamó a los cuatro vientos que había sido su decisión porque sabía que los Estados Unidos no le iba a contradecir porque hacerlo sería anunciando que estaban ya con presupuesto aprobado para construir nueve bases militares en Colombia. 

El Senador Harry Reid de hecho estuvo muy cerca a llamarle a Correa un mentiroso cuando dijo que "Los diez años iniciales de la base de Manta se han cumplido y los EE.UU rescinde, algunos formuladores de políticas de EE. UU. pueden verlo como un golpe a los esfuerzos de control de drogas de EE. UU. en la región andina. Sin embargo, estos esfuerzos son amplios con el Plan Colombia".

Y es que todo había empezado mucho antes, prácticamente recién firmado el acuerdo de la base de Manta cuando el entonces presidente de Colombia, Andrés Pastrana, quien ocupó el cargo de 1998 a 2002, solicitó asistencia de los Estados Unidos para ayudar a Colombia a combatir su crisis de seguridad. Este esfuerzo de asistencia eventualmente se convertiría en el Plan Colombia. 

Para el año 2000, un Congreso estadounidense liderado por republicanos aprobó una ayuda original de $1.300 millones de dólares y el expresidente Bill Clinton la convirtió en ley con el objetivo de reducir el cultivo de coca, la producción y el tráfico de drogas en un 50 % en los primeros seis años. Pero esto cambió dramáticamente a una guerra frontal contra las guerrillas luego del ataque del 9/11/2001.  Y con la elección del presidente colombiano Álvaro Uribe, quien ocupó el cargo de 2002 a 2010. El presidente George W. Bush solicitó y recibió autorización del Congreso para ayudar en los esfuerzos del gobierno colombiano contra las FARC, ELN y AUC—todos considerados Organizaciones Terroristas Extranjeras por los Estados Unidos. La asistencia brindada a Colombia también se expandió: de $276,200 millones en el año fiscal 2001 a $560,4 millones en el año fiscal 2002. Las cifras eran de locura ya que aumentó nuevamente en el año fiscal 2003 a $ 808,1 millones antes de mantenerse estable entre aproximadamente $ 600 millones y $ 700 millones por año hasta el año fiscal 2010. Un hombre más inteligente que Correa al menos hubiera intentado negociar una inversión de unos $200 millones en Ecuador para combatir las guerrillas, narcos y demás, pero en su postura de Caballo de Troya lo único que hizo es tratar de asomar como el principe de Persia hablando constantemente de la patria Grande y relegando a su propio país a ser una provincia más en el país de sus estúpidas fábulas de grandeza. 

En pocas palabras para el año 2006 la construcción de tres bases norteamericanas ya se estaba conduciendo en secreto y la base de Manta estaba usada apenas para la logística. Para el año 2009 que concluía la construcción de las nueve bases norteamericanas los Estados Unidos no tenía necesidad alguna para la base de Manta y por ello le dejaron saber al mentiroso de Correa. 

Las elecciones del presidente estadounidense Barack Obama y el presidente colombiano Santos marcaron el comienzo de otro reequilibrio de la cooperación estadounidense para reflejar las realidades cambiantes en Colombia. con un mayor porcentaje de la asistencia estadounidense dedicada al desarrollo económico y al fortalecimiento de las instituciones colombianas del estado de derecho. 

Para 2015, Estados Unidos había invertido $10 mil millones para mejorar la seguridad y la estabilidad en Colombia. Ese nivel de compromiso colombiano fue posible, en parte, gracias a que las élites económicas del país reconocieron que invertir en el Estado colombiano y en la viabilidad de su nación mediante el pago de más impuestos era de su interés a largo plazo. La contribución financiera de Colombia al Plan Colombia constituye el 95 por ciento del total.

Pero mientras tanto el circo en Ecuador estaba siendo celebrado en grande. Los payasos habían tomado el nombre de PLANEX y como si fuesen ignorantes de los miles de millones que estaban corriendo en Colombia con el plan Colombia ellos declaraban que "la determinación de Ecuador de no verse arrastrado a las luchas antiterroristas globales, especialmente como pertenecen a Colombia" . Una aclamada payasa, la Dra. Bertha García, experta en las fuerzas armadas y profesora de la Universidad Católica del Ecuador, dijo que "parece haber una desconexión entre las prioridades del gobierno ecuatoriano, como se describe en PLANEX, y las de Southcom, como lo indica su presencia en Manta. Ecuador es un país pequeño con poca influencia global. En el ámbito del tráfico ilícito de drogas, se utiliza casi exclusivamente como país de tránsito y para el lavado de dinero. El consumo de drogas ilegales no es un problema social nacional importante, ni su producción es de cualquier tamaño para llamar la atención nacional o internacional. Según la payasa García, “cualquier política internacional o de defensa desarrollada por Ecuador con respecto a cuestiones de seguridad soberana debe reflejar estas realidades”. Que dice ahora distinguida doctora experta?

La experta  doctora García concluía que "ella y otros académicos perciben que el FOL de EE.UU. en Manta es un factor más en la imposición de las políticas de EE.UU. dentro del territorio ecuatoriano"

Así Correa y varios de sus ministros vociferaban contra el plan colombia.  Exigiendo el cese inmediato de EE.UU. en la fumigación aérea de herbicidas en la frontera colombo-ecuatoriana debido a sus efectos negativos sobre la población fronteriza y el medio ambiente circundante. en muertes “accidentales” de ecuatorianos por disparos de las fuerzas armadas colombianas.

Correa hizo poco o nada contra la invasión del territorio ecuatoriano cuando paramilitares de derecha de Colombia también invadieron Ecuador y asesinaron a ciudadanos ecuatorianos. El flujo de refugiados colombianos fue significativo y Correa les dio credenciales ecuatorianas para que voten por el. Según el gobierno norteamericano se creía que existía 250.000 colombianos que necesitaban protección viviendo dentro de las fronteras de Ecuador.

A continuación muestro derivados militares originales del PLAN COLOMBIA de oficiales superiores del Ejército de Colombia que representan la metodología de diseño del gran enfoque para enfrentar la narcoinsurgencia. Lo que quiero que quede claro es que para implementar toda esta estrategía era necesiario las bases militares en Colombia y por tanto la gran mentira de Correa queda en evidencia. Luego con nueve bases militares en Colombia lo que menos necesitaba los USA es la base de Manta.

La estrategia militar general consistió en estos elementos centrándose en las “Seis M” identificadas por las fuerzas armadas colombianas. Las "Seis M's" son específicamente; liderazgo, finanzas, masa (los campamentos de las FARC), Métodos (dirigidos a la disrupción), Estructura (la jerarquía de punta a punta), y por supuesto, la ideología de la empresa narcocriminal. Esta ideología fue perniciosa en el sentido de que nunca aspiró a suplantar al gobierno con nada que proporcionara a la población. La ideología solo quería un estado subgobernado hasta el punto de que pudiera operar las actividades nefastas para producir más ganancias de los narcóticos ilícitos.

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Fuente: Oficiales superiores del Ejército de Colombia que asistieron a la Escuela Superior de Guerra del Ejército de los EE. UU. de 2012 a 2019 

Estos tres documentos fuente primarios ilustran un modelo clásico de formulación de estrategias del tipo “fines, formas y medios” que aún se enseña en la Escuela Superior de Guerra del Ejército de los Estados Unidos a los oficiales colombianos que asisten cada año. Los siguientes dos diagramas son ejemplos del pensamiento estratégico militar invertido en este esfuerzo, que arrojó resultados positivos y decisivos en años.

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Fuente: “Esquema de maniobra COLAR (Ejército de Colombia)” - Oficiales superiores del Ejército de Colombia que asistieron a la Escuela de Guerra del Ejército de los EE. UU. de 2012 a 2019 

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Fuente: “Plan de Campaña COLMIL (Militares Colombianos)” - Oficiales colombianos que asistieron a la Escuela Superior de Guerra del Ejército de EE. UU. de 2012 a 2019 

Las Líneas de Operación en el PLAN COLOMBIA

¿Cómo las fuerzas armadas y policiales colombianas combinadas derrotaron decisivamente a la narcoinsurgencia poco después de la implementación del PLAN COLOMBIA? ¿Cuáles fueron las “líneas de operación” específicas para permitir que esta estrategia militar tuviera éxito y llevar a la narcoinsurgencia al punto en que las FARC aceptaron conversaciones de paz en los términos del Gobierno de Colombia?

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Líneas de Operación del PLAN COLOMBIA

El instrumento militar combinado de poder en todos los dominios del conflicto, anidado en el marco de un enfoque político e interagencial para enfrentar a los narcoinsurgentes, fue el instrumento decisivo en este conflicto. Una serie de presentaciones y compromisos con el Coronel del Ejército de los EE. UU. Christopher W. Muller, un oficial de área extranjera (FAO) que sirvió durante muchos años tanto en la nación de Colombia como en el Comando Sur de los Estados Unidos (USSOUTHCOM) en Miami, brinda una comprensión más completa de un complejo plan de asistencia al Ejército y la Policía Nacional de Colombia, como se describe en la siguiente sección de este estudio.  Lo que hace que este esfuerzo militar sea notable es que los asesores estadounidenses, como el Coronel Muller, estaban cumpliendo tres tareas principales para desarrollar la capacidad de los colombianos: desarrollar la capacidad institucional, desarrollar la capacidad tecnológica y, lo que es más importante, desarrollar una nueva capacidad y capacidad doctrinal contrainsurgente mientras el Ejército de Colombia estaba involucrado en un combate activo dentro de su propia nación. Esta es una de las misiones militares más difíciles: lucha contra una insurgencia mientras intentas construir un ejército nacional. Las siguientes líneas principales de operación sustentan la estrategia militar general descrita anteriormente.


Aviación conjunta de ala rotatoria (helicópteros): Para obtener la ventaja operativa frente a la insurgencia, el Ejército y la Policía Nacional debían poder acceder al territorio afectado y controlado por la insurgencia. Lo mejor era hacerlo por aire, ya que Colombia es una nación de terreno muy mixto: montañas, selvas tropicales, selvas, llanuras y áreas urbanas, la gama completa de terrenos. La aviación conjunta de alas giratorias proporcionó a los colombianos una movilidad aérea constante y receptiva. Tanto los helicópteros UH-60 Blackhawk como los UH-1 Iroquois proporcionados por Estados Unidos permiten a los colombianos una ventaja decisiva sobre sus adversarios. Sin embargo, no fue solo el avión: la educación, el entrenamiento, la doctrina, el mantenimiento, el suministro y la base fueron el "enfoque de paquete total" que Estados Unidos proporcionó a Colombia. Mientras que muchas otras naciones pueden vender aviones, 

Inteligencia y comunicaciones conjuntas : una de las muchas fortalezas del programa de "cooperación de seguridad" de los Estados Unidos está en la inteligencia, ya que los Estados Unidos tienen muchos activos que pueden promulgar en casos como este. El tema de "compartido, seguro, significativo, sostenido" atravesó esta línea de esfuerzo para abarcar tanto la información procesable como el hardware técnico para difundirla, es decir, sistemas de señales y radio modernos, seguros y confiables de los Estados Unidos. Estas nuevas redes operativas y tácticas del Ejército y la Policía Nacional de Colombia fueron fundamentales en la unidad de entendimiento, esfuerzo y acción contra la insurgencia.

Operaciones Terrestres Conjuntas: La línea de esfuerzo que colocó al Ejército de Colombia con las “botas en el suelo” fue probablemente la más decisiva de todas, ya que nada podía cambiar en esta guerra a menos que el gobierno comenzara a recuperar el terreno perdido y controlarlo a perpetuidad. Esta no era una ocupación temporal, sino que tenía que ser una presencia sistémica a largo plazo de los soldados y policías colombianos. Para hacer esto, Estados Unidos tuvo que “apoyar operaciones conjuntas, combinadas y especiales” en Colombia. En otras palabras, la asistencia de las fuerzas de seguridad a las fuerzas convencionales del Ejército y la Policía Nacional, Fuerzas Aéreas, Elementos Navales/ Costeros/ Fluviales y, por supuesto, a las fuerzas de la Policía Nacional de Colombia. Este concepto de “operaciones terrestres unificadas” no es nuevo, pero funcionó en Colombia debido a la relación cada vez más integrada e interdependiente entre el Ejército y la Policía Nacional.

Operaciones Aéreas Conjuntas: Además de la línea de esfuerzo de la aviación de ala giratoria mencionada anteriormente, el dominio del aire muy por encima de la superficie proporcionó un lugar para que el Ejército y la Fuerza Aérea de Colombia obtuvieran otra ventaja decisiva sobre la insurgencia. Tanto los recursos aéreos tripulados como los no tripulados de los Estados Unidos permitieron en gran medida a todos los elementos del Ejército y la Policía Nacional de Colombia construir una imagen de conciencia situacional tridimensional mucho más clara para los líderes operativos y tácticos en el terreno. Esta línea de esfuerzo para "apoyar el ataque de precisión y la movilidad aérea" fue fundamental en la defensa de la base aérea, el apoyo aéreo cercano, el apoyo de tropas en contacto, el reconocimiento, la evacuación médica, el reabastecimiento y todas las demás actividades tradicionales del dominio aéreo. incluir la erradicación manual o “rociado aéreo” de cultivos productores de drogas ilícitas destinados a disminuir la producción de cocaína. Dado que la insurgencia no tenía activos antiaéreos y no tenía acceso a armas de negación de área, como misiles tierra-aire portátiles o artillería de defensa aérea, esta ventaja indiscutible persistió durante el conflicto. Si bien el clima fue un impedimento, el entrenamiento para volar de noche y en cualquier clima amplió exponencialmente las capacidades de los colombianos.

Operaciones fluviales : Colombia tiene muchas vías navegables interiores profundas que proporcionan una distribución natural de agua a través de todo el país. Esta red de afluentes también brinda movilidad fluvial a la población y en este caso a la insurgencia. Esta línea de esfuerzo se centró en los recursos para “asegurar y patrullar los ríos” como cualquier fuerza militar y policial patrullaría cualquier línea principal de comunicación, como una carretera. Más educación, adiestramiento, doctrina y equipo en términos de pequeñas embarcaciones se convirtieron en los medios de esta línea de esfuerzo en los ríos y arroyos colombianos. Un nuevo género de combate, el Ejército de Colombia estaba equipado para dominar estos esteros de manera efectiva durante el conflicto.

Apoyo de las Fuerzas de Operaciones Especiales : Para luchar contra una insurgencia, en la mayoría de los casos es necesario un elemento de las fuerzas de operaciones especiales, y este conflicto no fue la excepción. Una presencia numerosa, pero no excesivamente onerosa, de oficiales de operaciones especiales y suboficiales del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos brindó experiencia en "asesoramiento y asistencia" al Ejército de Colombia y a sus propias fuerzas de operaciones especiales. Los roles específicos fueron acción directa, asuntos interinstitucionales y civiles, operaciones de influencia de información militar y tácticas de objetivo de alto valor.

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Boinas Verdes, Grupo de Fuerzas Especiales 7, entrenando con el Ejército de Colombia

Interdicción Marítima : Además de las operaciones fluviales previamente documentadas, Colombia desarrolló una línea de operaciones en los deltas y aguas costeras del país, específicamente en el Mar Caribe y el Océano Pacífico. Esta línea de esfuerzo de “seguridad costera e interdicción” se centró en la lucha contra los estupefacientes mediante la interdicción de los buques de alta mar que intentaban contrabandear las drogas que iban al norte y las armas que regresaban al sur. Una vez más, la educación, la capacitación y el apoyo tecnológico de la Armada y la Guardia Costera de los Estados Unidos en forma de asistencia de seguridad (los buques), cooperación de seguridad (la educación, capacitación y ejercicio) y asistencia de las fuerzas de seguridad (asesoramiento y asistencia en la dominio marítimo) creó la supremacía marítima de Colombia sobre la insurgencia.

Iniciativas de Fortalecimiento Institucional : La línea de esfuerzo final, pero quizás la más importante para la longevidad de la estrategia militar del PLAN COLOMBIA, no estaba en la punta de la lanza, sino en el otro extremo: el esfuerzo de fortalecer las instituciones que sustentan los esfuerzos militares. . Con el tema "Transformando la fuerza: habilitando la asociación", oficiales militares de alto rango y civiles del Departamento de Defensa se desplegaron en Colombia para desarrollar y mejorar la capacidad de las instituciones. Áreas como preparación, personal, modernización, reforma de la justicia militar, operaciones de información y ayuda humanitaria proporcionaron la base firme que permitió que las otras líneas de esfuerzo implementaran con éxito el PLAN COLOMBIA.

Juntas, sincronizadas e integradas con todos los demás instrumentos de poder nacional que Colombia venía utilizando, estas líneas militares de operaciones, que sustentaron el diseño y la estrategia militar, fueron decisivas para terminar el conflicto con el Gobierno de Colombia al recuperar porciones importantes de áreas previamente no gobernadas. Si bien los militares claramente inclinaron la balanza del conflicto a favor del Gobierno de Colombia, continúa el debate sobre cómo interpretar los resultados de 10 años de insurgencia por parte de académicos y expertos en políticas en contra de los objetivos, metas y aspiraciones originales del PLAN COLOMBIA.

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Ya basta de mentiras

Se necesita plantear múltiples preguntas sobre la capacidad de Ecuador para determinar y perseguir sus propias prioridades de política exterior soberana, especialmente cuando existen asambleistas de poca capacidad mental y amplias manos para la corrupción y bastante escremento en la cabeza como para servir a Rafael Correa. Así como preguntas sobre el nivel de control que el gobierno ecuatoriano puede ejercer sobre las operaciones de interdicción de drogas en todo el territorio ecuatoriano. 

Un regreso de la base militar de Manta no sería nada fácil porque el socialismo falso lo ven como perder credibilidad con sus ignorantes seguidores. Mientras que existe policias y militares involucrados con los narcos. La situación económica en los Estados Unidos no le permiten las aventuras militares como el plan Colombia y así lo que digan los analistas ecuatorianos de asuntos militares, los periodistas y algunos funcionarios del gobierno tiene tanta validez como un libra de frijoles. 

Yo tengo un plan muy claro, ¿pero quien me va a hacer caso?