Es
demasiado claro que en Colombia se protegen los intereses de ese conglomerado
de una manera diferente a la adopción del proyecto Camelot. El conflicto
fronterizo entre Ecuador y Colombia precisamente demuestra que existe una
fuerte intervención del ejército norteamericano y un rol menos preponderante de
la CIA. Pero al mismo tiempo, ha expuesto una larga historia turbia de los
partícipes en ella, aunque todo mundo ha ignorado la “razón principal por la
cual esto ha sucedido”. La historia oficial colombiana y norteamericana es
imposible de verificar, pero supuestamente todas las actividades conjuntas
entre el ejército norteamericano y colombiano son solamente con el propósito
loable de erradicar miles de hectáreas de producción de coca, las mismas que
supuestamente han sido destruidas por el cómodo costo anual de 3,200 millones
de dólares.
Por
supuesto, nada de eso se puede verificar, pues los dos países mantienen que no
pueden dar mucha información por la protección de la seguridad nacional. Lo que
si ha sido verificado es más de 35,000 muertos cada año entre guerrilleros,
paramilitares, miembros del ejército colombiano y ciudadanos víctimas de
cualquiera de los grupos anteriores, dependiendo quien emita la versión. Más de
500,000 colombianos viven de refugiados a lo largo de la frontera ecuatoriana y
otros miles han emigrado y establecido negocios en todo Ecuador, varios miles más han emigrado a Europa y
Estados Unidos. Muchos por haber sido afectados directamente en consecuencia de
fumigaciones sobre miles de hectáreas de tierra cultivable con peligrosos
químicos como roundup ultra, el cual
contiene cosmoflux 411-F, que según los datos, ha sido fumigado en
concentraciones cien veces más fuertes de lo que es legal en Estados Unidos en
cantidad de 3.9 litros por hectárea. Nadie parece siquiera haber pensado en las
repercusiones que esto conlleva para el Río Amazonas ya que todos los Ríos de esa
zona, el Río Blanco, Río Negro, Río Ángel desembocan en el Río Putumayo, que
eventualmente desemboca en el Amazonas. El daño al sistema ecológico del
Amazonas no tiene nombre. Esto está causando escasez de comida, envenenamiento
del agua, y una epidemia de enfermedades especialmente en los niños y ancianos.
El nivel de pobreza se ha incrementado notablemente creando un clima
favorecedor para las guerrillas de las FARC. Las repercusiones ecológicas
demoran más en ser detectadas, sin duda que cuando epidemias y bacterias
ataquen al sistema del Amazonas les culparán a quien sea, menos a quien fumigó
el veneno.
Como
todo conflicto armado en el que interviene Estados Unidos, siempre existe el
factor del conflicto, que precisamente se lo deja fuera de mención. En este
caso, la Occidental está explotando petróleo en toda la zona afectada donde se
realizan las fumigaciones. Nuevamente vale recordar que con la nueva tecnología
de perforación petrolera dirigible horizontal, las petroleras bien pudiesen
estar extrayendo petróleo ecuatoriano desde el lado colombiano sin que los
ecuatorianos se den cuenta.
El
actual presupuesto de Estados Unidos en la llamada asistencia a Colombia ha ido
creciendo desde 1,300 millones de dólares en el año 2000; 860 millones para asistencia
militar, 290 millones para operaciones de inteligencia, 132 millones para
asistencia humanitaria. El presupuesto actual es nada menos que 3.200 millones
de dólares, de los cuales 2,580 millones son asistencia militar, más de 600
millones al año son para operaciones de inteligencia y apenas 130 millones son
para asistencia económica, la misma que bien se puede decir que es repartida
entre la élite de Colombia pues no se ve asistencia alguna para los más de
500,000 colombianos viviendo en la frontera norte de Ecuador.
Las
operaciones anti drogas conducidas por Estados Unidos han sido marcadas por la
corrupción de las más altas esferas de gobierno de Colombia, Estados Unidos, y
otros países que se han visto involucrados. Indudablemente que la participación
de la CIA en el oscuro capítulo de los Irán-Contra tiene mucho que ver con la
situación actual. Es sumamente importante entender que las personas
involucradas en aquel entonces son ahora personajes claves de la historia. En
1981, Estados Unidos controlaba y rastreaba todo envío, avión y embarcación de
Latinoamérica a Estados Unidos desde la base aérea de Panamá. Esa base aérea de Panamá fue reemplazada por
la base aérea de Manta, pero se debe notar que las operaciones no cambiaron ni
la relación de operativos de la CIA y del ejército norteamericano. En
documentos e información ante el congreso de Estados Unidos, las fuerzas
especiales y unidades del Comando Sur operan en cooperación con 5,000 tropas
ecuatorianas de las brigadas de infantería 19th Napo y la Brigada 21st Cóndor.
Al mismo tiempo que otras fuerzas operan estaciones de radar, sobrevuelos de
aviones AWAC y varios puestos de intercepción de voces y comunicaciones de
celulares y teléfonos, que inclusive la Nacional Security Agency NSA tiene oficinas
en Quito para monitorear a las FARC y las operaciones de los carteles de la
droga. Una pregunta clave aquí es, ¿Cómo es que Rafael Correa no se da por
enterado de ese pequeño detalle que consta como parte del acuerdo bilateral de
uso de la base de Manta?
Pese a
las varias negativas de muchas de las personas involucradas, la evidencia hace
imposible no relacionar al director de aviación civil de Colombia en 1981;
quien concedía permisos a cualquier avión para salir de Colombia era nada menos
que Álvaro Uribe Vélez. Cantidad de vuelos entrando y saliendo de Colombia con
drogas y armas no podían haber pasado desapercibidas por una persona que parece
distinguirse por su atención a los detalles. Lo que es innegable es los
carteles de Medellín y de Cali, quienes coincidentemente mantenían excelentes
lazos de amistad con el presidente colombiano, pues los hermanos Ochoa eran
amigos desde la infancia, al igual que Montoya y Pablo Escobar Gaviria. Todos
prosperaron como nunca antes ninguna organización criminal haya prosperado.
Para 1984 y a través de las operaciones de compra/venta de drogas y armas de Irán-Contra, el representante del
cartel de Medellín Ramón Milian Rodríguez mantenía contacto con varios de los
personajes del proyecto Irán-Contra e inclusive, había hecho una enorme
donación de dinero a la campaña de George Bush. Pablo Escobar incluso llegó a
ser Senador de Colombia y Álvaro Uribe, aparte de haber sido el director de
Aviación Civil de Colombia, fue Alcalde de Medellín, posteriormente senador por
el Departamento de Antioquia, después gobernador de dicha Provincia y
eventualmente Presidente de la República. Cabe notar que es precisamente el
Departamento de Antioquia desde donde la
mayoría de envíos de droga se hacían al menos para Irán-Contra. Cabe notar además, que el
presidente de la republica Turbay Ayala, con amplio conocimiento de los
extraños y turbios enlaces de amistad y hasta relación de sangre de Uribe
Vélez, le destituyó del cargo de alcalde, pero nunca se presentaron cargos
contra él. La pregunta que todo mundo debe hacerse es, ¿Estamos supuestos a
creer que Estados Unidos no sabía ni podía capturar a todos los aviones que
traficaban drogas, cuando tenían y tienen todos los más sofisticados radares,
implementación de rastreo con satélites, implementación de la tecnología de GPS
y la base militar aérea en Panamá dotado de aviones AWAC, prácticamente pocas
millas desde donde salían los aviones de los carteles de droga? La base que
reemplazó a la de Panamá es la base de Manta en Ecuador, desde donde los más
sofisticados aviones, satélites y sistemas de rastreo han sido utilizados.
En
realidad, para entender el por qué de la muerte de Raúl Reyes debemos
remontarnos a 1983 cuando el padre de Álvaro Uribe murió en manos de las FARC.
Tras la muerte de Alberto Uribe, la familia de Álvaro Uribe Vélez perdió 24 de
las 25 haciendas que tenía propiedad su padre en toda la provincia de
Antioquia, por lo cual su padre se movilizaba en su helicóptero personal y
donde Pablo Escobar Gaviria se transportaba en sus helicópteros y aviones
personales. Se necesita ser sumamente ingenuo para no darse cuenta que si
Álvaro Uribe fue el director de aviación civil de Colombia en ese entonces, no
solamente fue quien emitía todo permiso de vuelo y licencia de los aviones y
helicópteros que volaban en la provincia. El mismo helicóptero del padre de
Uribe Vélez fue hallado eventualmente en la hacienda de Tranquilandia de
propiedad de Pablo Escobar Gaviria.
Álvaro
Uribe en realidad ha logrado cumplir su promesa en la tumba de su padre de
vengar su muerte. Su vida política ha estado marcada por su deseo de combatir a
los rebeldes que dieron muerte a su padre hace más de 25 años. Las
circunstancias de la muerte de Alberto Uribe nunca fueron muy claramente
establecidas aparte de nombrar a las FARC como los responsables. Al mismo
tiempo, el hermano de Álvaro Uribe había estado herido de gravedad y la hermana
fue secuestrada. Pero inclusive el día de la muerte de su padre, Álvaro Uribe
había utilizado un helicóptero de propiedad de Pablo Escobar para intentar
llegar al lugar de los hechos, pero por el mal tiempo no había podido hacerlo.
Debemos
igualmente citar que en documentos del Departamento de Estado de Estados Unidos
y una lista de la DIA (Defense Intelligence Agency) en 1991 consta que Álvaro
Uribe Vélez tenía nexos con el cartel de Medellín y estaba listado como el
traficante de drogas número 82 (http://es.wikipedia.org/wiki/Alvaro_Uribe).
Nada menos que tres sitios debajo de Pablo Escobar Gaviria quien era su primo.
Los vínculos de Álvaro Uribe Vélez al narcotráfico son muchos, tanto por
sangre, negocios, política y transacciones e intercambio de haciendas. Los
vínculos de sangre que lo relacionan a Pablo Escobar son muy claros ya que su
otro primo hasta lleva el apellido Uribe Escobar. Pero vínculos de amistad,
donde creció y tuvo amistad con los hermanos Montoya y Ochoa. Según acusaciones
de Virginia Vallejo, la amante de Pablo Escobar, quien cuenta que Escobar le
había dicho a ella que sin Álvaro Uribe nunca se hubiera hecho millonario, pues
Álvaro Uribe estuvo a cargo de la dirección aeronáutica de Colombia en 1981 y
1982, cuando Pablo Escobar estableció el tráfico de drogas por avión desde
Colombia a Estados Unidos con los miembros del cartel de Medellín, ciudad donde
posteriormente Álvaro Uribe desempeña todo cargo de importancia como se citó
anteriormente. Álvaro Uribe Vélez es en realidad la única persona que después
de haber sido citado como uno de los principales del cartel de Medellín, haya
terminado de presidente de la Republica de Colombia y la única respuesta
razonable es que Álvaro Uribe se convirtió en el principal agente de la CIA en
Colombia.
En 1998 erupcionó un escándalo de la corrupción que representaba el
narcotráfico y sus continuos lazos al gobierno colombiano, las fuerzas armadas
de Colombia, los paramilitares y la participación de las llamadas guerrillas
colombianas, que poco a poco se fueron convirtiendo en los traficantes y
productores de la misma droga. Ese año se reveló que cantidad de asesinatos
fueron conducidos por los “grupos de la muerte” al mando del general Iván
Ramírez Quintero, que tenía lazos con la CIA y era el director las unidades de
inteligencia militar. Mientras en realidad, las FARC ganaron más territorio,
más poder y consolidaron control del proceso de drogas en
Colombia. Fue en el mismo año 1998 que el gobierno de Pastrana y
Clinton acordaron en el plan Colombia, un plan creado por siete economistas y
matemáticos de la Corporación Rand, una de las artífices de varios planes siniestros
en los países subdesarrollados donde les gusta jugar a ser dioses, que pueden
alterar la vida de los demás a pretexto de proteger sus intereses. Cabe
destacar que el plan fue aprobado en combinación de un pago de 2,7 mil millones
de dólares al gobierno de Pastrana. Tras aprobación en el Congreso en 1999, se
inició su implementación para el año 2000, mucho más antes que reciba la
atención que la prensa le ha dado en nuestros países.
La
historia muy claramente establecida con pruebas contundentes y documentada por
evidencia desclasificada, demuestra que las operaciones conducidas por la CIA
con grupos armados y grupos dedicados al tráfico de drogas tanto en Laos,
Camboya, Vietnam continuaron así en Colombia, Panamá, México, Bolivia. El
escándalo de Irán-Contra coincidió en cinco factores que han dejado su huella
hasta hoy día: Participación de la CIA; crecimiento astronómico de los carteles
de la droga; creación de grupos paramilitares; participación de las guerrillas
en el narcotráfico, personas involucradas en ese entonces ahora ocupan los
cargos más importantes en Colombia. Por eso, el escrutinio de los grupos
armados, paramilitares y la intervención de la CIA no pueden ser analizados
como casos separados, sino más bien, como parte de la misma secuencia y
desarrollo porque la misma organización, las mismas corporaciones están
involucradas. Aunque el proceso sea diferente en Venezuela y en Colombia, el
objetivo es el mismo, apoderarse de los recursos y oprimir a la población.
Igualmente,
varios periodistas han vinculado al presidente Álvaro Uribe Vélez a las fuerzas
paramilitares de Colombia con acusaciones ante el congreso colombiano por parte
del congresista Gustavo Petro, donde este acusó que el hermano Santiago Uribe
Vélez como dirigente de las fuerzas paramilitares, usó la misma hacienda “Las
Guacharacas” del presidente colombiano para asesinar a cientos de campesinos y
de militantes de las FARC.
“Los paramilitares tomados de la mano de la
mafia asesinaron a centenares de decenas de miembros de la Unión Patriótica,
UP, a dirigentes de izquierda y a reconocidas figuras de los partidos
tradicionales como Luís Carlos Galán... ...su espiral de violencia, terminaron
derribando el avión de Avianca y colocándole un carro bomba al DAS”.
Gustavo Petro. Febrero, 2007
Es
impresionante e inverosímil la forma que Álvaro Uribe ha logrado siempre salir
ileso de toda acusación y esto solo puede obedecer a que tiene una águila muy
grande que le protege, porque después de haber estado en una lista del
Departamento de Estado y luego de la DIA, solamente cuando alguien se convierte
y se vuelve soplón de otro lado puede haber tanta protección. Todo escándalo
queda en palabras porque Uribe siempre sale aludiendo que dichas acusaciones
contra él han sido hechas por “criminales sin credibilidad alguna, con el fin
de causarle daño político”. Pero nunca menciona que fue sacado de alcalde por
nexos al narcotráfico. Es increíble que las mismas tácticas que ha venido
usando Álvaro Uribe Vélez para negar esos nexos con el narcotráfico ahora sean
usadas por Rafael Correa para evitar ser investigado. Quizás más increíble es
que ahora sea Álvaro Uribe quien esté acusando a otro presidente de “nexos con
el narcotráfico”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario