Por GP. Vaca
El primero de Mayo de este año 2015 se llevará
a cabo la marcha en respaldo de los jubilados en el Ecuador debido a las leyes
inconstitucionales aprobadas por la “asamblea manufacturada” la cual pretende
pasar como legitima, aunque solo conducen los deseos del actual presidente de
Ecuador.
La realidad es que esta marcha será por mucho más. Es una marcha para recuperar la nación de una fuerza mentirosa, que con enormes gastos ha creado un aparato de propaganda para pintar una “inventada revolución ciudadana”, pero la cual no tenía otro cometido que algo siniestro y grave como es la destrucción de nuestro tejido nacional.
Cuando Cristobal Vaca de Castro el 15 de
Noviembre de 1541 escribió su carta al Rey solicitando la creación de la Real
Audiencia de Quito, es quien creó así el Ecuador. Hoy, más allá de su historia
tan convulsionada, debemos reconocer que nuestro deber como ciudadanos de este
país es proteger a nuestra gente, a nuestros padres y madres, a nuestros
ancianos, porque sin ellos no estuviésemos aquí.
Este país, con sus instituciones y gobierno
pertenece a las personas que lo habitan. No existe patria que exista sin su
gente. Así el gobierno existente ha sido creado y diseñado para servir los
intereses del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Si hemos constituido una
nación con derechos y constitución, entonces esos derechos son inalienables e irrenunciables. Cuando el gobierno empieza a violar sistemáticamente y
constantemente dicha constitución, entonces es el derecho de cada ciudadano de
ejercer su derecho revolucionario a quebrantar o derrocar al déspota que
pretenda usurpar la patria, su gente y sus obligaciones.
El presidente de una nación no es jefe de una
patria, menos el dueño de su patrimonio. Es el “ejecutivo” que fue confiado con
ese cargo por votación de la mayoría, para guiar el mandato del pueblo, pero toda
su autoridad deriva y obedece al pueblo, y es ese pueblo que jamás ha conferido
poderes dictatoriales o tiránicos a Rafael Correa. Igual como no ha conferido términos
absolutistas y menos la separación del pueblo. Ahora Rafael Correa en la manera
más cínica y cretina en su historia política, pretende crear la división social,
económica, política en bandos; los que le siguen como borregos y quienes
piensan libre e independientemente. La gente misma puede tomar su decisión si
así lo desean también; pero el ejecutivo, como tal, no tiene nada que ver con
eso, peor puede estar incitando a la gente a un confrontamiento contra quienes
oponemos esta destrucción sistemática del Ecuador como nación. Es una violación
a la constitución usar el nepotismo y la partidocracia del poder el llamar a
hacer una contramarcha a la oposición. Esta no es la manera de administrar el
actual gobierno que fue puesto en sus manos, sus acciones son reprochables y deben
ser castigadas por la ley. El pueblo tiene el deber de castigarlo en las urnas,
o revocando de inmediato su poder.
No puede haber confianza del pueblo, no puede
haber paciencia ni esperanza en una justicia que no existe, porque es demasiado
evidente que esta está secuestrada por Rafael Correa y su cartel.
La historia nos demuestra muy claramente que
debemos tener esperanza. Hasta hoy no ha logrado mantenerse en el poder ningún tirano
que se crea el Todopoderoso Gobernante de naciones. Las leyes universales de
justicia han hecho que la razón, la verdad y la justicia real prevalezcan.
Porque el juicio real ya ha iniciado en el corazón del pueblo ecuatoriano y ese
gran tribunal del pueblo prevalecerá.
Pero este primero de Mayo espero que no corra
sangre. Esperemos que este mismo pueblo sabiamente mantenga la cordura. Espero también
que los servidores públicos se miren al espejo ese día y rescaten sus valores
de justicia y de patriotismo. Es hora de parar el daño; y tienen, con la misma
sabiduría, disponerse a devolver con sus propias manos el poder al pueblo.
Deben renunciar a este patrón político donde con mentiras se pretende una revolución
ciudadana que no existe. La simple realidad es que si bien se han construido
las grande carreteras y unos cuantos proyectos de infraestructura, esta ha sido
con enromes prestamos, enormes gastos, mal gastos, derechos, y simples robos
descomunales de toda riqueza del país.
Mientras que el pueblo ha tenido tanta
esperanza y paciencia que le han concedido a esta administración de Correa el
derecho de la duda, el pueblo no es que se ha mantenido ignorante ni con un velo
ante los ojos. Pero hoy el gobierno de Correa ha llegado al extremo de maldad o
locura, el querer desconocer deudas muy bien documentadas de las inversiones
del IESS, desconocer las responsabilidades de pago del estado que constan como
ley en la constitución, y violar la constitución impunemente.
Ante esto con respeto, con fe y esperanza de
recobrar lo que merece mi nación, respetuosamente le solicito me apoye en esta propuesta
ante el congreso, el senado y el presidente de Estados Unidos de una ley que
permita proteger la democracia y los derechos humanos en el Ecuador.
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